-Me he apuntado a un curso del control de carácter
-¿Y qué tal te va?
-¿Y a ti que mierd* te importa?
Se intenta, se hace lo posible por cambiar,
tener un poco más de educación y no saltar
a la primera de cambio pero... joé...cuesta,
cuesta mucho controlarse, tener algo de temple
y no alterarte ante cualquiera que no te
agrada o te saltan con alguna gilipollad4.
Y entre una cosa y la otra, te sacan de quicio
y ¡hala! salen florituras por la boquita.
No es nuestra culpa, nunca te culpes ya sabes,
siempre hay gente que complica las cosas
y ya no estamos como para ahogar ciertos
improperios que nos dejan con un
gran nudo en la garganta. Y es que guardarse
lo que realmente se siente, es malo para
la salud y nosotros no queremos enfermar.
¿o no? pues eso. Así son las cosillas de la vida.
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