No importa cuánto te critiquen o se burlen de ti, de tu forma de ser, de vestir o de vivir….la persona que vive criticando y burlándose de otros, es una persona infeliz, con un gran vacío lleno de soledad y amor propio.
La envidia se disfraza… a veces se demuestra en críticas, (te critican todo lo que haces, sea bueno o malo), en ofensas (te ofenden cada vez que pueden porque se sienten inferiores), en dominio (se apoderan de tu persona como si fueras un objeto), en rechazo (te desprecian todo lo que haces, porque lo haces mejor que esa persona), en difamación (los chismes son un destructor lento pero eficaz), en agresión (cuando la envidia crece, el rencor se apodera y viene la violencia física o verbal), en rivalidad (comienza una competencia negativa, te hacen travesuras que para nada son sanas), en venganza (la envidia en todo su esplendor).
No importa cuánto te critiquen o se burlen de ti, de tu forma de ser, de vestir o de vivir….la persona que vive criticando y burlándose de otros, es una persona infeliz, con un gran vacío lleno de soledad y amor propio.
Si alguien habla de ti a tus espaldas, inventa cosas sobre tu vida y te critica todo lo que haces, a esa persona seguro algo le molesta de ti…tu brillo, tu esencia.
Envidiar y ser feliz al mismo tiempo no es posible, la gente envidiosa no vive feliz, vive culpando a los demás de todo lo que le sucede.
Tú deja que te critiquen, deja que hablen de ti, mientras tú le demuestres a la gente lo contrario, las habladurías salen sobrando. Si te enojas, la gente seguirá hablando igual, mejor sonríe y sigue tu camino, ¡tener un club de fans no es fácil!
¿Sabías que todas las personas que no logran controlar la envidia tienen grandes problemas en su mente? La envidia crece cuando no hay suficiente amor propio.
