-Siento mucho el daño que te hice
fue sin querer
-Ok, de acuerdo, rezaré por ti
-Oh, muchas gracias
-Señor, no le perdones,
es tan gilipoll4s que si sabía
lo que hacía.
Que toda tu furi4 la caiga encima.
😈😈😈😈
Dicen que perdonar nos libera para poder
seguir avanzando en la vida. La cosa no
va muy desencaminada pero, ¿realmente
perdonamos a quien nos ha echo muchísimo daño?
Personalmente, no lo creo, ha sido tanta
la decepción, el dolor y el saber que nos
joío la vida tan fuertemente que nos cuesta
bastante e hacerlo. Creo que cuando nuestra
mente ya ha procesado esa rabi4 y negativos
sentimientos que se apoderaron de nosotros,
tan solo olvidamos, ignoramos y seguimos
adelante pero sin querer saber nada de esa
o esas personas que no tuvieron piedad a
la hora fastidiarnos la existencia.
Todo tiene un proceso en este tipo de actos
y ya con el paso del tiempo te das cuenta
que nadie es tan especial como para darles
ese perdón que nos piden, no lo merecen
pero al asimilar y sanar, ese tipo de personajillos
es como si no hubiesen pasado por nuestra
vida y si evitamos el tropezarnos con ellos,
mejor que mejor. Es como si no existieran,
están relegados para siempre en el olvido.
Que paguen lo que han echo y la vida se
encargue de ponerlos en su lugar.
Como dicen por ahí, el tiempo pone todo
en su lugar y lo mismo que haces, te harán.
No nos importan en absoluto que tomen
de su propia medicina pero, no a cucharadas,
que se tomen un tarro entero.
😉😉😉😉😉
