Quiero un bate, ya las cabezas
me las busco yo.
Cuando ya estás bastante cansado de la gente,
de sus estupideces, sus tonterías,
mala vibra, el que te anden fastidiando la vida,
metiéndose en lo que no les importa,
dicéndote que hacer, no hacer,
comportarte, intentar imponerte, mentirte,
manipularte, engañarte, utilizarte,
reírse de tí y no contigo, llega un momento
en que no aguantas más y te provoca
liarte a tortazos con todo el mundo.
Sabemos que la violencia no es el camino
más adecuado para solucionar las cosas
pero... ¿a que alguna ves lo has pensado
y deseado con todas tus ganas?
Nuestra naturaleza también es así,
no se puede descartar que en determinados
momentos, miles de pensamientos
negativos y violentos nos pululen por la mente.
No es nada aconseable, sobre todo porque es
ilegal y te acarrearía muchos problemas
pero... ahí está, rondando por tu cabeza.
Pero, control, mucho control, sobre todo
por nuestro bien.