A veces, tienes que renunciar a personas,
no porque no te importen
sino porque tú no les
importas a ellas
A lo largo de tu vida tendrás que renunciar
a muchas personas que antes han estado en ella,
pero que ahora ya te aportan nada.
Esto suele suceder cuando ya no le importas a alguien
Sabemos que es un sacrificio importante y doloroso,
una renuncia muy difícil que te traerá por
el camino de la amargura. Pero, si ya no le importas
¿para qué seguir intentando algo que será inútil?
De esta manera, lo sabrás y no te supondrá tanta sorpresa:
Desde hace tiempo has dejado de ser una prioridad para esa persona,
quizás porque sus intereses y metas ya no coinciden con los tuyos.
Empiezas a experimentar sentimientos de soledad y abandono porque
tu pareja ya no se preocupa por tus necesidades.
Eres tú la única persona de los dos que lo da todo
por la relación: tu pareja solamente se dedica a recibir.
Tu pareja no tiene en cuenta tus criterios y tus ideas y
empieza a tomar decisiones por los dos sin tenerte
en cuenta y para beneficio propio.
Empieza a humillarte, criticarte y distanciarse de ti
sin motivos aparentes. La relación se convierte,
de repente, en un verdadero calvario.
Empieza a valorarte y a marcharte sin miedo a mirar atrás.
y dejas atrás a todas esas personas a las que ya no le interesas.
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