Aún recuerdo cuando mi mejor
amiga era dulce, tímida y tierna...
He creado un monstruo.
Pero lo hice por su bien, llevaba una vida
tan sosa, aburrida, sin motivación, cursi,
apática que cada vez que salíamos,
me moría del asco. Así que,
la llevé por otro camino,
¡ojo! no el malo, el camino de
la locura, diversión, la aventura,
el riesgo y el vivir a tope.
Bien contenta que está ahora,
Tengo una rival... jajajajaja.
Todas tenemos una amiga
que nos descarriló por
el camino del pecado.
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