Nunca ocultes tus gustos raros,
siempre habrá otro raro
que piense que eres genial.
Y ahí, entre todos sus gustos raros, estabas tú.
Nunca renuncies a tus gustos raros
por imposición de las modas,
si lo haces, ya no serás tu mismo
y pasarás a ser una simple marioneta,
no dejes que nadie mueva tus hilos.
Nunca debemos de tener miedo
a que nos consideren raros,
al carajo lo que piense la gente,
porque la única obligación
que tenemos es ser fiel y
leal a nosotros mismos.